Hoy he notado la sensibilidad con un tema del que creo que somos una parte importante, el maltrato infantil.
No me pegues papá, no hieras mi alma con los golpes que amoratan mi cara, que rechazan mi felicidad
No papa
Papá no utilices las manos con las que me acariciaste, para herirme a golpes el corazón.
Papá no utilices las manos con las que me acariciaste, para herirme a golpes el corazón.
La fuerza de tu razón es superior a la de tus golpes, no te enfades si no te entiendo ahora, prometo que algún día lo haré.
No me hagas huir de mi llanto para cobijarme en tu silencio.
Tu fuerza no se demuestra en mis lágrimas, sino en el valor de la unión que un día hiciste que fuese entre tú y yo.
Papá, sabes que serás mi héroe, mi modelo a seguir, pero siento que me estoy volviendo distante y me falta la imaginación para ser feliz.
Noto que mi alma se vuelve dura, como si un caparazón se estuviese formando por encima de ella.
Ya no entra nada, pero tampoco puedo darte nada.
Papá déjame mirarte a los ojos y no sentir el miedo de tu poder
Papá dame la oportunidad de imaginar.
Papá déjame mirarte a los ojos y no sentir el miedo de tu poder
Papá dame la oportunidad de imaginar.
Iciar Santalla
Siendo rigurosos, cuidadosos, y sobre todo sensible, hemos de actuar como detectores de casos en los que los niños son las únicas víctimas.
Los casos de maltrato o abuso infantil, son considerados delito, pero la mayoría no son denunciados.
El maltrato es el causante de la falta absoluta o parcial de la autoestima del niño.
No hemos de olvidar que un niño maltratado jamás lo olvida.